miércoles, 21 de septiembre de 2011

La llave


La llave.


La llave quedó trabada en la cerradura, que no era la misma de siempre.
—¡Te vas! —me dijo, y permanecí frío en su remolino.
La primavera descosía vestidos de novia en las cortinas. Sería un buen augurio para ella.
—¡Inservible! —cada manotazo y cada insulto me traía una foto de los tiempos felices.
—¡Idiota! —el primer beso que me regaló.
—¡Fracasado! —el barquito en el cuadro del hotel Mayo.
—¡Podrida estoy! —bajo el pino, planeando maravillas de siete vidas juntos.
—¡La que te amó fue otra! —su sonrisa cada vez que le cocinaba huevos fritos.
Pero su lengua cortaba las páginas de nuestra historia y mi carne en otras láminas pequeñas, virutas de cobre.
—¡Cornudo!
Al final, la dulce brisa me llevó flotando, impreso en una foto de cuando bailaba con ella. Y me retiré sin desearlo, por el espacio que dejó libre la llave trabada en la cerradura.

7 comentarios:

montse dijo...

Es increible cómo has clavado la intensidad, la rabia de ella y la decepción de él.... Muy bueno.

Claudio Siadore dijo...

Gracias Montse, siempre tan amable. Un abrazo grande.

montse dijo...

No es amabilidad. Me gusta, lo único que siento es no saber explicarme mejor.

Claudio Siadore dijo...

Montse, muy amable por tomarte el tiempito para ver y comentar. El comentario se entendió perfecto, muchísimas gracias!

ODA (María del Carmen SV) dijo...

Que fuerte... plasmas perfectamente el cambio del antes y el después;la rabia y resentimiento de ella y la nostalgia de un tiempo mejor de él.

ODA (María del Carmen SV) dijo...

Noto que últimamente estás inspirado. Bien.

Anónimo dijo...

coraje y desilucion, bien marcadas.... me gusto
pajari-to