lunes, 18 de julio de 2011



SARDINAS



Saqué una latita de sardinas y se la ofrecí. Casi me arrancó la mano con su hocico cuando se engulló la lata. Escupió las sardinas y pidió más.Pronto me encontré dándole cucharas, cuchillos y tenedores, luego cacerolas, electrodomésticos, el coche, la veleta con forma de gallo, la placa con mi nombre y mi profesión. Hasta las monedas de mis bolsillos se tragó. Y cuando ya no tenía con que más satisfacerle, me pidió sardinas, pero miró a los niños.






3 comentarios:

Paloma Hidalgo dijo...

Enhorabuena!! Un premio siempre sabe bien, incluso cuando se trate de sardinas de lata, saben a manjar!!!
Saludos.

Unknown dijo...

BRAVÍSIMO!!!!!

Y tan merecido que es un gusto, una lindura. Me roba una sonrisa

Claudio Siadore dijo...

Amables por demás, las dos damas. Abrazo y muchas gracias!