Nació en el mar,como nosotros, crece con nosotros. Sus tentáculos atraviesan napas, muros, fuego y cráneos.
Es él quien cubre tus ojos a plena luz del día piadosamente con su tinta. Quien usa viejos espectros de memorias de otros tiempos, para advertirte, porque aunque lo abarque todo, aún nos da la oportunidad de elegir nuestra muerte.
Estruja tu corazón y le da pulso ante tanto horror, para que tu mano escriba su testamento de Fin del Mundo.
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